lunes, 21 de marzo de 2011

Digital Ayatollah

Título: Digital Ayatolla.
Intérprete: Spinetta Jade
Disco: Alma de Diamante.
Año de Publicación: 1980

Otra de las genialidades del Flaco, un tema para disfrutar y deleitarse. Al oírlo se me vienen nombres de grandes exponentes de la música a nivel mundial como Rush y Yes, y es inevitable no penzar en YYZ de Rush o Dance of Eternity de Dream Theatre.
Músicos de gran valor artístico y compositivo, un gran guitarrista, un gran tecladista, un gran baterista y un bajista a tono.
Como reseña, un 6/4 que escapa de las realidades del rock tradicional con acentos a destiempo incitando la espera y la incertidumbre. Cambios de ritmos, dualidades y competencias entre músicos, melodías cambiantes y pregnante, armonías poco notorias creadas desde un bajo y creadas desde un cenicero, velocidad - dinámica - no previsible y ataques fuera de tiempo y orden.
Cuando se escucha el primer compás se siente un desorden trascendental que se arrastra fugazmente, que contagia uno a uno los compases siguientes, sólo descanzando a veces sobre un 3/4 y acordes que siempre estuvieron y que nunca escuchamos para volver con la misma carrera entre teclado y guitarra.
Después nos encontramos con 4/4 inoportunos seguidos de 6/4 alucinando con un regreso al desorden existencial. Se oye entonces el clímax-coro conformado por una seguidilla de 3/4 para terminar en esta alianza de 4/4-6/4 conformando un 10/4 con con acento fuerte en la primera y quinta negra del compás; algo así como una pregunta cuya respuesta necesita dos negras más para completarse.
En sí, se conforma una repetitividad, algo así como "si hubiese estado aquí ayer pero no es el mismo lugar" que generan un concepto globalizado de misma-idea o mismo-lugar. Musicalmente hablando, los primeros compaces que marcan la espina dorsal del Tema - ¡No es Canción! - van variando después de estos cambios en el pie métrico (esa fracción cuyo nombre no recuerdo); entonces, después de esta partícula desordenada, encontramos un orden: Desorden - acordes - Desorden' - acordes' - Desorden'' - ... y cada vez estos desórdenes se van volviendo más "compuestos a voluntad", se van llenando cada vez más los insterticios con huecos de música con nuevos bajos más progresivos, con una batería que acompaña con más beat y platillo, con una guitarra atreviéndose lentamente. Asímismo la sección acordes se vuelve más protagonista, a combinar aún más estos ritmos e incluso, a dominar el tempo, a acelerarlo y a mover el Desorden.
Pueden ser bolas de nieves, como prefiero decir que son dos dioses, Digital y Ayatollah que se van combinando (no luchando) mezclando y jugando cartas españolas en un banco en plaza de armas.
Me atrevo a decir que se avistan extraños sucesos dentro del mismo tema... casi imperceptible y delicados 7/8 y 9/8 dividiendo la madre-negra del dilema y tranformándola en madre-corchea.
Poco antes de terminar se perciben esclarecedores 5/8. ¡Crees que no fue suficiente! ¡Mantuviste activo cuatro minutos treinta de incesantes cambios inoportunos e incierto! ¡Generaste ascuas de extrtañeza y versiones músicales de poesía libre! ¡Teminar con 5/8! ¡¿Te bastaron incesantes minutos de cabeceos no acertados?!
¡Maravilloso! ¡Ezquizofrénico!
"El adjetivo cuando no da vida, mata" Si consideramos los cambios de ritmo como nuestro adjetivo, entonces este tema mataría más de una idea errónea de un rock only from other continents, este tema mataría más de una neurona de normalidad y banalidad, este adverbio generaría una conmoción a nivel celular de un concepto renovado de música de los ochenta, este tema acabaría con la vida de tanta palabraría de Rock y "Filosofías baratas y zapatos de goma".
He pensado en palabras para describir esta pieza y solo una se aloja en mi mente como un tornillo sin golilla: "DELIRANTE".

viernes, 18 de marzo de 2011

Rock

El Ron usualmente no se sirve solo, siempre tiene que servirse acompañado de hielos y líquidos variados, pero en sí el Ron conforma una escencia amarga y fuerte, un tanto agotador e intolerante que cada año que sucede hace de su escencia más sabrosa y dulce. Algo parecido sucede con el Rock, en raras ocaciones se le ve en su escencia más pura, sino que siempre se le ve acompañado de apellidos que no le corresponden, como el punk-rock, rock melódico, rock progresivo, rock alternativo, entre otros.
En sí, el rock se transforma en un equilibrio inestable, es decir, es un hombre en la punta del árbol que sabe que si se mueve un centímetro en cualquier lado corre un serio riesgo de caer. Es así como el rock en su forma más respetable se vuelve difícil de manipular e incluso, de oír.
Además, el rock puro es difícil de saborear (no se oye simplemente, se saborea con el gusto y con la lengua) ya que resulta amargo y molesto, algo que solo la costumbre puede enseñarte a aprehenderlo, es así como el rock se constituye de una manera agotadora que no puede oirse por mucho rato - debe interpretarse como que el oído se cansa de oír por mucho tiempo la buena música. El rock añejo se vuelve más plausible ya que los años endulzan y suavizan los complejos acorde del rock en su más pura forma, el tiempo vuelve repetitivas las notas en un proceso llamado "erosión atonal" en que la música popular-tonal ablanda las puntiagudas armonías y melodías del rock.
He aquí un importante resultado de mis investigaciones que arrojaron las siguientes bandas como las mejores de rock puro:
-Spinetta Jade
-Pescado Rabioso
-La Máquina de Hacer Pájaros
-Serú Girán
-Rush
-Yes
-Led Zepelin
-PInk Floyd